2007 – Septiembre / Octubre

Septiembre – Octubre 2007, Número 33

BOLETIN DEL ENVEJECIMIENTO POSITIVO

http://www.healthandage.com

Por Kenneth y Mary Gergen

Dedicado al diálogo productivo entre la investigación y la práctica.
Financiado por la Fundación para la educación para la salud basada en Internet (Web-based Health Education Foundation) y por el Instituto Taos (Taos Institute) Traducido por Mario A. Ravazzola; supervisado por la Dra. María Cristina Ravazzola de Mazières

Número  33
 
En esta edición:

PRESENTACIONES PERSONALES 

* El martes 13 de noviembre, ambos investigadores autores de estos NL(Mary y Ken) hemos participado del programa: You are What You Create (Eres lo que creas) – un evento de Boomervision, en el WHYY’s Technology Center, 150 N. 6th St, Philadelphia. Para más detalles, ingresar en: http://www.comingofage.org/register

* Del 6 al 8 de diciembre de 2007, en el campus de la Universidad de Eckerd, en St Petersburg, Florida, hicimos dos presentaciones en el “Encuentro Nacional 2007 del Envejecimiento Positivo: superando los límites”. Esta Conferencia incluye debates sobre las últimas ideas sobre compromiso ciudadano, salud y buena forma cerebral, vida con sentido, aprendizaje permanente, creatividad del adulto mayor, vida en comunidad, programación intergeneracional y planificación de la vida para la tercera edad. Entre los patrocinadores se incluyen la AARP (la Asociación Norteamericana de Jubilados), la American Society on Aging (Sociedad Norteamericana del Envejecimiento), Civic Ventures (Emprendimientos Cívicos), Elderhostel, Generations United, el Nacional Center for Creative Aging (Centro Nacional para el Envejecimiento Creativo), el National Council on Aging (Consejo Nacional sobre el Envejecimiento, y los Osher Lifelong Learning Institutes (Institutos Osher para el Aprendizaje Permanente)
Para más detalles: http://www.eckerd.edu/positiveaging

COMENTARIO: El envejecimiento y la atracción física

En este número incluiremos como nuestro comentario un intercambio realizado por chat entre una de nuestros lectoras y Mary Gergen, ambas interesados en la delicada cuestión del envejecimiento y de la atracción física.
 
LECTORA: Me pregunto si alguna vez usted se ha enfrentado con los temores en torno al envejecimiento, especialmente en términos de una pérdida de la sensación de atracción y si lo ha hecho, ¿cómo ha sido? En mi caso, he tenido un intenso temor a la vejez desde que tuve veinte años (ahora tengo 58), debido probablemente a mi miedo a ser vieja y poco atractiva. A pesar de que tengo una rica vida espiritual y de llevar una práctica regular de meditación, el miedo sigue siendo y es, de hecho, cada vez mayor. Y, lógicamente, perjudica mi paz mental.
 
MARY: Creo que todos somos conscientes de que a medida que envejecemos nos vamos volviendo más y más invisibles para los demás como criaturas  físicamente atractivas. Para algunas mujeres parece ser una bendición, porque nunca fue importante para ellas, pero muchas han   experimentado lo que usted dice, con temor y pesadumbre. Los medios de comunicación y las ciencias sociales están colaborando en la creación de esta situación negativa, pero existe. Incluso, hace unos 20 años escribí un artículo para una revista llamado “Acabadas a los 40” acerca de la falta de interés en las mujeres cuando llegan a la madurez. Sin embargo, creo que hoy podría titularlo “Acabadas a los 50”, porque los 50 son los nuevos 40. Se produjo un cambio en lo que conocemos como modos antiguos. Sin embargo…
 
He conocido pocas mujeres que se han mantenido muy vitales en forma sensual en los últimos años de sus 70’s. Una de mis amigas, Adela, mantuvo un coqueteo maravilloso a los 99. En mi opinión, parece ser principalmente una cuestión de estilo, una manera de ser tenido en cuenta, como ser o no vistos como atractivos. Recuerdo que Ken estaba absolutamente intrigado en una fiesta cuando se sentó al lado de una artista adentrada en sus 80’s. Pienso que hay una gran variedad en las maneras de convertirnos en personas mayores, y que existen modelos de envejecimiento que atraen a algunos más que a otros … Me gusta la idea de la “Tía Mame ” … ser más bien poco ortodoxa y libre. Usar la ropa que una quiere… hacer lo que una desee. Dejar que la belleza esté presente en mi manera de ser… y esperar que la gente disfrute mi presencia y aprecie mi estilo.
 
Para mí misma, todavía soy una bella mujer… y de esa manera a veces más bien me sorprende mirarme en el espejo y ver la mujer de edad en que me he convertido. Supongo que podría ir a un cirujano plástico si me sintiera con fuerzas para hacerlo, como lo hicieron dos de mis mejores amigas de la universidad cuando tenían 60 años. Pero sigo sintiendo que en última instancia el estilo es lo que prevalece sobre lo corporal. Conozco mujeres físicamente bellas que no tienen ningún problema en atraer a sus amantes, pero que son tan egocéntricas y críticas que no se preocupan de compartir su vida con ellos (un antiguo profesor mío me dijo una vez que se había casado precisamente con ese tipo de mujer. Más adelante, conocí a su segunda esposa, una mujer de atractivo común, que era encantadora, graciosa y amable).

Hay dos pequeñas reflexiones que he encontrado útiles a lo largo de los años. En primer lugar, cuando miro mis primeras fotos y comienzo a sentirme infeliz por mi presente estado, me digo: Si en 10 años miro las fotos tomadas de mí hoy, sentiré: “Oh, qué atractiva que era”. Una segunda reflexión me acompaña a diario: la gente siempre parece preocuparse por las cosas equivocadas. No es sorprendente que esas cosas contribuyan a crear nuestros pesares. Por eso, tal vez no deberíamos dedicar demasiado tiempo a las preocupaciones inútiles y sería mejor que tuviéramos en cuenta nuestras bendiciones.

INVESTIGACIÓN: el poder político de los ancianos

 En términos de su poderío como votantes, las personas de edad son una gran fuerza política. Por ejemplo, cuando llega la época de una elección presidencial en los EE.UU., la proporción de votantes mayores de más de 65 años supera a los menores de 45 en un 20%. Las personas mayores tienden también a ser más conocedoras de la política que los jóvenes. En diversas encuestas los ancianos manifiestan un nivel mayor de interés en las campañas políticas y los asuntos públicos, y hacen mayores contribuciones a la campaña. En la campaña presidencial del año 2000, contribuyó el 14% de las personas de 65 años y más, mientras que los situados entre los 35 y los 64 años contribuyó el 10%, y entre los 18 y los 35 años, menos del 3%. En 2000, el 12% de todos los trabajadores de campaña fueron personas de edad avanzada. Alguna vez un congresista llamó al programa político de la tercera edad como el “tercer riel ferroviario en la política” (refiriéndose a la vía con la que uno se electrocuta al tocarla).

Es tan poderoso el potencial político de esta población que muchos temen que se preocupen solamente por sus intereses particulares, posiblemente a expensas de los más jóvenes, pero hay pocos indicios de que esto sea así. En su gran mayoría, los ancianos no votan como un bloque. Como lo señalan los escrutinios, sus votos se distribuyen entre todos los candidatos aproximadamente en la misma proporción que los de los más jóvenes. Los votos de las personas de edad avanzada están más propensos a depender de su situación económica y social, de su participación en las fuerzas del trabajo, su género, su origen étnico y su religión. A menos que estén directamente amenazados, sus pautas de votación continuarán divididas por distintos intereses. Es más, el poder político de los ancianos es como un león: los políticos son sabios para alimentarles de forma adecuada y evitar su irritación ante el peligro.
 
From: “Older People and Political Engagement: From Avid Voters to ‘Cooled-out Marks’(Las personas mayores y la participación política: de ávidos votantes a las ‘señales de calma’)”, por Robert H. Binstock. Generaciones. Invierno 2006-2007, pág. 24-30.

Investigación: La soledad y la salud

Existen investigaciones que reportan que las personas que viven solas están propensas a tener peor salud que las que viven acompañadas. De hecho, hemos difundido algunas de estas investigaciones en los anteriores números del boletín. Sin embargo, las razones de la correlación entre las relaciones sociales y la salud son ambiguas. Una luz importante sobre este tema la proporciona John Cacioppo, un Profesor de psicología de la Universidad de Chicago, quien ha estudiado por años los efectos de la soledad en la salud, y se ha interesado especialmente en la posibilidad de que exista un vínculo biológico entre la soledad y la salud. Su investigación ha mostrado que las personas solitarias, que no tienen a nadie cercano, tienden a enfermarse y morir a una edad más temprana que aquellos que viven en compañía.
 
En el caso que tratamos hoy, el equipo de Cacioppo ha estudiado a 14 voluntarios – seis de ellos calificados entre el 15 por ciento superior de una escala de soledad, y a ocho que se encontraban entre los menos solitarios del grupo. Los investigadores estudiaron la actividad de los genes relacionados con las células del sistema inmunológico de los participantes – las células blancas de la sangre que nos protegen de virus y bacterias. Cuando se compararon todos los genes humanos, la actividad de un grupo de 200 integrantes pareció establecer diferencias entre las personas solitarias y las demás. Estos genes están especialmente dedicados a ayudar al organismo a combatir las enfermedades. Los resultados indican que la gente más solitaria presenta niveles poco saludables de inflamación crónica, lo que estaba asociado con las enfermedades del corazón y las arterias, la artritis, la enfermedad de Alzheimer y otros males.
 
Si bien el asesoramiento de la investigación de los biólogos consistió en darle una aspirina (!) a las personas solitarias, nuestro consejo es animar a todos, especialmente a los solitarios, a encontrar la manera de lograr algunos buenos amigos y alentarles a tener vínculos familiares más estrechos. Si las limitaciones físicas restringen el acceso a la compañía de los demás, incluso las conexiones vía Internet pueden ser un buen recurso. Nuestro razonamiento es a la inversa del de los biólogos. Es decir, si bien el material genético puede influir en nuestra vida social, nuestra vida social también puede influir en nuestra biología. No podemos hacer mucho respecto de nuestros genes, pero podemos hacer algo para mejorar nuestras relaciones interpersonales.
 
El informe está disponible gratuitamente online en la revista Genome Biology, en http://genomebiology.com/.

COLABORACION de la Dra. Cristina Ravazzola

Me gustaría compartir con los lectores del boletín un relato de Liliana Mizrahi*,, “Querida tía Lala”, que me ha parecido imperdible: Mi tía vivió sus últimos años en el Hogar Israelita de ancianos de Burzaco, un geriátrico, un asilo. Ella misma decidió su ingreso junto con su marido hemipléjico. Antes, ellos habían sido internados a la fuerza (por un familiar), en un depósito para viejos enfermos. Lugar difícil de ver. Yo los visité una tarde de horror inolvidable. Mi tía, por primera y única vez en su vida, tomó una decisión: entregó, como pago, su propia casa, lo único que tenían, y abandonó todo lo que había adentro. La entregó aliviada, en contra de la voluntad de su propio marido. Fueron aceptados. Ella se iba esperanzada en una nueva vida, llevó en su cartera algunas fotos y nada más que lo puesto. Mi tío partía, herido en su orgullo, sintiendo que todo era injusto y que él podía solo. Ella percibió enseguida la oportunidad de hacer las cosas que más le gustaban: leer, escuchar música y conocer gente. No así mi tío, que vivió ofendido, herido en su narcisismo por tener que compartir su vida con otros ancianos, que eran un espejo en el que no quería mirarse. Entonces, él decidió no salir de su habitación, ni hablar con nadie. Mi tía se liberó de a poco de él y comenzó a recorrer los pabellones con espíritu antropológico. Hablaba con los internados e internadas y descubría lo interesante que eran sus historias de vida. Al poco tiempo, se le ocurrió que quizá podía transmitir esas historias, para que en otros pabellones las escuchen y se acercaran a contar las propias. Propuso hacer una radio. Mi tía era una enferma bipolar, había padecido muchas internaciones, muchos shocks eléctricos, chalecos de fuerza químicos y de los otros, y solía dejar la medicación cuando se sentía bien. La gente del hogar la escuchó, legitimó su proyecto y se hicieron las instalaciones del caso.

 Ella sintió, por primera vez, que no era tratada como una loca, sino reconocida en su deseo. Mi tía comenzó a transmitir su programa, ponía música elegida por ella, incluía textos clásicos que leía muy bien y después seguía con las historias de vida. Los ancianos de todos los pabellones la escuchaban con interés. Empezó a hacerse famosa dentro del hogar. Mi tío seguía autoexiliado en el cuarto como un aristócrata polaco venido a menos. El creía que no tenía nada que ver con el resto de la gente que estaba ahí. Mientras tanto, para ella, la cosa no quedó en la radio, se le ocurrió que los viejos tenían que moverse, parados o sentados, y comenzó a dirigir, en su pabellón, clases de gimnasia con música y que cada uno hiciera lo que podía. Mi tía se las rebuscaba, su mundo era intenso y extraño, pero siempre estaba interesada en los otros. Lectora de los eternos: Cervantes, Dostoyevski, Borges, Kafka, Miller, Proust, Rulfo… leía para ella y, desde su programa, leía para los otros. Mi tía era generosa e inteligente, a pesar de que su enfermedad la había ubicado en el lugar de “la loca de la familia.”. En el hogar, por suerte, la medicación ya no estaba más a su cargo, ni a cargo de mi tío, la tomaba sin quejarse, se había liberado de muchas obligaciones y aprovechaba las nuevas opciones. Me decía: “No tengo que hacer las compras, no tengo que cocinar ni pensar en qué preparo para la cena, no tengo que limpiar, salvo nuestro cuarto, no tengo que ir al banco a pagar nada, ni recibo boletas. Tengo todo el día para mí, si necesito atención médica la tengo inmediatamente y mi marido también. Me parece que es la primera vez que soy tan libre a pesar de no poder salir a la calle, que tampoco me interesa. No estoy sola, estoy menos sola que cuando creía que tenía familia”. Su enfermedad de Parkinson avanzaba, perdía el control de esfínteres, pero ella, pañales mediante, no se detenía. Le sugerí que pidiera una terapia y algún taller literario. Obtuvo las dos cosas. Comenzó a escribir. Al principio se asustó, eran textos eróticos muy lanzados,“subidos de tono”, los llamaba ella y los escondía. Por suerte, me los dio a leer y le sugerí que los mostrara a alguien. Lo hizo. El hogar eligió un texto, y lo mandó a participar en un concurso en el que ganó una mención. Tenía no sólo reconocimiento adentro, sino que lograba prestigio afuera también. Era realmente feliz. Su marido, crónicamente ofendido, la castigaba con interminables reproches, la llenaba de culpa, hasta que se le fue la mano con el bastón y en el hogar decidieron separarlos. Mi tía se asustó, pero al fin reconoció que era algo que ella secretamente deseaba desde hacía tiempo. Por suerte, él, sin salir de su habitación, se puso a hacer collages también eróticos, se sentía Matisse, sus obras terminaron expuestas en una sala del hogar, con vernissage, invitados y todo. Eso lo reconcilió un poco con él mismo, se sintió elegido, mirado, y a mi tía le disminuyó la culpa. En una oportunidad, donamos una computadora para los ancianos, para que aprendieran a usarla y pudieran comunicarse con sus hijos y nietos por ese medio. Al principio, eran muy pocos los que la usaban. Mi tía, siempre a la cabeza, tenía un instructor que le enseñaba a navegar. Al poco tiempo, tenían una lista de turnos rigurosos, que muchos ancianos cumplían con entusiasmo. Las cosas entre ella y su marido no mejoraban. Le prohibieron visitarlo. Mi tía, con mucha terapia, aceptó y comenzó a dormir sola. Me sorprendió cuando me dijo por teléfono: “¡Dejé de tomar pastillas para dormir!”. Su vida fue más linda y más libre aún; un hombre, también autointernado y de su edad, alrededor de los setenta y pico, se acercó a ella para conversar y se hicieron muy amigos. ¿Amigovios quizás? Después supe que mi tía se había enamorado, quizá por primera vez en su vida. Entonces pude entender que me pidiera ropa nueva, jabones ricos, perfumes y alguna crema para la cara. Para ese entonces, llegó al hogar una invitación de la Universidad de Lomas de Zamora, para que los ancianos participaran en un taller literario. Mi tía aceptó volando y su amigo también.

Ella se excitó tanto que hubo que calmarla. Para mi tía Lala, entrar a la facultad a hacer un taller equivalía a cursar la carrera de Letras completa y recibirse. Comenzó el taller, escribía apasionadamente, y leía sus textos eróticos con libertad, escribía la novela de su vida. Los llevaban y los traían en una combi mientras comían sandwichs triples. Ella tocaba el cielo con las manos. Mi tío seguía encerrado en su habitación y en su rigidez. Mi tía tuvo permiso para salir del hogar, iban con su amigo a comer triples y tomaban té. Su bipolaridad estaba controlada, pero su Parkinson no, sin embargo (“con pañales y bien vestida, yo no falto ni muerta”), ellos estudiaban juntos. Ese amor fue un estímulo para el amor que ella había acumulado durante años. La realidad es que el amor es una cosa extraña. El programa de radio continuaba, la biblioteca en orden, las clases de gimnasia se espaciaron. Al día siguiente de terminar el curso de la facultad, iban todos los alumnos a recibir un certificado de asistencia al taller. Eso para ella era equivalente a recibir el diploma de egresada en Letras. Me contaron que estaba eufórica, entraba en todas las habitaciones para contar que se había recibido. Todos la querían mucho, las enfermeras, los médicos, las mucamas, los internados, todos. “¡Hoy es el día más feliz de mi vida!” “Hoy es el día más feliz…” dijo, y se cayó al suelo, muerta, un síncope. Fue el día más feliz de su vida, estaba enamorada y se sentía reconocida y libre. Al día siguiente, en el velatorio del hogar, su amigo la despidió con palabras muy tiernas. Yo no sabía quién era ese hombre tan bien. Mi tío lloraba sentado en su silla de ruedas. La llevamos al cementerio de Berazategui, éramos cinco personas, como a ella le habría gustado, y cuando nos acercábamos a su tumba escuché su voz nítida que me decía: “¡Sé feliz! ¡Sé feliz!” y me lo siguió repitiendo hasta que la cubrimos con tierra. Acordate que te quiero, me decía por teléfono. Querida, querida tía Lala.

* Licenciada en psicología, ensayista y poeta. Autora de, entre otros libros, “Mujeres en plena revuelta”.

EN LAS NOTICIAS: No hay ningún lugar como el hogar

Los medios de comunicación a menudo destacan a aquellos jubilados que se trasladan a climas soleados y a nuevos estilos de vida. Sin embargo, debemos tener cuidado de no generalizar a partir de estas  descripciones. Para la gran mayoría de la gente que envejece, el permanecer en su actual domicilio, o si no, en una ubicación cercana, es la opción más probable y deseada. Según la Oficina de Censos de Norteamérica, entre 1995 y 2000 nueve de cada 10 norteamericanos de más de 60 años permanecieron en la misma casa o en el mismo condado. Una encuesta reciente a estadounidenses de más de 50 años halló que casi el 90% de ellos deseaba permanecer en su casa actual, tanto como les fuera posible.

Según Stephen Golant, un gerontólogo de la Universidad de Florida, contar con una población de gente mayor en una comunidad no es una maldición sino una bendición. Hasta los 75 años o más, los residentes de más edad contribuyen económicamente con mucho peso en sus comunidades; apoyan eventos culturales, restaurantes, viviendas, la salud y los servicios médicos, y a menudo prosiguen trabajando como voluntarios. Son ciudadanos ideales en muchos aspectos (¡y no requieren que se les construyan nuevas escuelas!). A medida que envejecen sus contribuciones pueden disminuir, dependiendo de la naturaleza de los recursos de la comunidad y de su propia situación financiera. Planificar de antemano el futuro de una población en envejecimiento es una causa digna de abordar por las comunidades. Muchas tensiones podrían evitarse si se emplearan los recursos correctos. Por ejemplo, en Swarthmore, Pensilvania, los voluntarios llevan a los residentes de más edad a sus consultas médicas; las tiendas de las cercanías hacen entregas a domicilio, y las actividades centrales de la comunidad se orientan a eventos diurnos para los ciudadanos de más edad.
 
“The New Gray Areas (Las nuevas áreas ‘grises’)” por Anna Bernasek. Key, The New York Times, Otoño, 2007, pág. 32

EN LAS NOTICIAS: Ganando sabiduría de la adversidad

Estas son algunas sabias palabras que Glenn Mangurian creara en
respuesta a una lesión que le dejó paralizado, sin el uso de sus piernas.
 
1. Usted no puede saber lo que ocurrirá mañana, y eso está bien;
2. Usted no puede controlar lo que sucede, pero sí su manera de  responder;.
3. La pérdida amplía el valor de lo que nos queda;
4. Es más fácil crear nuevos sueños que aferrarse a los incumplidos;
5. Su felicidad es más importante que corregir injusticias.
 
Como concluyó Mangurian: “Muchos de nosotros subestimamos nuestra capacidad de resistir las crisis. Yo lo he hecho. Si usted me hubiera preguntado antes de mi lesión como me manejaría estando paralizado, podría haberle contestado … “Me podría colocar un rincón y tirarme un tiro”.  “Mi nueva vida es un trabajo en progreso, y tengo que volver a crear las partes de mi Yo todos los días”. “En mi nueva vida, soy capaz de usar todos mis posesiones, incluida mi parálisis, para ser un nuevo tipo de líder”(Pág. 130).
 
From: “Realizing what you’re made of (Tomando conciencia de lo que uno es capaz)”, por Glenn Mangurian. Harvard Business Review, Marzo, 2007, 125-130.

EN LAS NOTICIAS: ¡Hockey femenino a los 60!

De todos los deportes de equipo, el hockey sobre hielo  puede calificarse como el de más atractivo “machista”. El chequeo de los equipos rivales en los tableros, el avance con el disco, hacer tiros sorpresivos, y luchar contra el hielo y en medio de la multitud son los sellos distintivos del hockey. Últimamente, el deporte ha dado un giro hacia el lado femenino, y las mujeres “se han puesto las rodilleras” y han formado sus propias ligas, donde la edad no parece ser un límite a la participación. Hoy en día, la Middle Atlantic Women’s Hockey Association (Asociación Femenina de Hockey del Atlántico Medio) es la organización coordinadora que reúne los juegos de hockey de una variedad de clubes. Las jugadoras tienen edades que van desde menos de los 20 años hasta más de los 60. De 61 años de edad, Jackie Tanaka es profesora de biología en la Universidad de Temple y una de las abuelas que participan de la liga. Se involucró en el hockey porque su sobrina lo jugaba. Jackie aprendió a patinar como una niña, pero no como una jugadora de hockey. Del juego ha opinado: “Me encanta. Me gusta el concepto de equipo. Ser una científica puede ser una profesión solitaria, pero aquí tengo mi equipo de apoyo sobre el hielo y en el vestuario”. Parte de la diversión de un equipo es que jugamos juntas y luego nos vamos a un bar para comer y beber. Como dijo Marcia Welsh, de 51 años: “Planeo seguir jugando hasta que mi cuerpo me lo permita”. Parecería que tiene más que unos pocos años por delante.

Ver http://www.uwhl.org para obtener más información sobre la liga.
 
From: “Mature women take to the ice (Las mujeres maduras se apoderan del hielo)”, por Don Beideman, Philadelphia  Inquirer, 18 de marzo de 2007, L14.

EN LAS NOTICIAS: Los encuentros con personas extrañas pueden mejorar los estados de ánimo

Rodearnos de personas que conocemos bien nos brinda comodidad. Nos sentimos como en casa porque el mundo es más previsible y el estrés es bajo. Sin embargo, estar cómodo también reduce la emoción y puede invitar al letargo. Así pues, conocer gente nueva o encontrarnos con personas que han estado ausentes de nuestras vidas por algún tiempo, puede traernos un gran beneficio. Ponemos nuestra mejor cara, prestamos más atención, y es posible que tengamos nuevas ideas. En ciertos aspectos, estamos más felices.
 
Esta posibilidad fue documentada por la psicóloga Elizabeth W. Dunn, de la Universidad de la Columbia Británica, quien estudió a 38 parejas heterosexuales de estudiantes universitarios que estaban de novios desde por lo menos tres meses atrás. Cada miembro de la pareja tuvo una conversación, ya sea con su pareja romántica o con un extraño de distinto sexo, durante cuatro minutos. Relacionarse con el extraño fue más dificultoso, por lo que la persona trató de dar una buena impresión. Lo que les sorprendió fue lo bien que se sintieron al hacerlo. Dunn recomienda que en las relaciones a largo plazo podría ser bueno tratarse el uno al otro como un extraño de vez en cuando. Como ella lo percibe, lograr una buena impresión es una actividad con sensación dinámica. Asimismo, para las personas de edad sugiere que situarse fuera del grupo de vez en cuando o invitar a gente nueva podría animar las reuniones, crear nuevas conexiones, y mejorar el estado de ánimo de todos.
 
From: Making an effort to impress enhances mood (Hacer un esfuerzo para causar buena impresión mejora el estado de ánimo), por A. Cynkar. Monitor de Psicología, septiembre 2007, Pág. 12

CRITICA LITERARIA

LAS MUJERES DE MÁS DE 50 AÑOS: LAS PERSPECTIVAS PSICOLÓGICAS, por Varda Mulbauer y Joan C. Chrisler. New York: Springer-Verlag. 2007 (207 páginas).
 
Este libro puede ser el primero en la literatura psicológica que trate el envejecimiento de la mujer. En lugar de estar lleno de textos sombríos, es una compilación de capítulos que evalúan y proclaman que la mediana edad de las mujeres es como la “flor de la vida”. Las autoras remarcan que el significado de la vida de las mujeres de más de 50 años se ha sometido a una sorprendente transición en las últimas cuatro décadas, y las mujeres están aprendiendo a enfrentar nuevos desafíos para los que no estaban preparadas y a una invitante gama de nuevas oportunidades. El principal objetivo de las autoras es ilustrar a través de diversos temas las formas en que van teniendo lugar estos cambios en la percepción y en la acción. Capítulos sobre la imagen corporal, la sexualidad, la salud, el ejercicio, el bienestar, la amistad, ser abuelas, cuidar de los demás, las oportunidades de trabajo, y la potenciación, proporcionan ricos contextos para la recreación de nuestras vidas. Se hace hincapié en las opciones, las oportunidades, la flexibilidad y la diversidad, si la cuestión gira alrededor del trabajo o de la diversión. Las mujeres de más de 50 años están “rechazando estereotipos, asumiendo nuevas oportunidades, y formando … una nueva identidad colectiva de la mediana edad”.

Este sería un excelente libro de texto para los cursos de desarrollo del aprendizaje de por vida, para la educación de postgrado en diversos campos, como base para los cursos de educación para adultos, o como un libro optimista para los amigos para comentarlo juntos. Para expresar una conexión con el libro, Mary Gergen fue invitada a escribir la continuación, basada en un artículo escrito hace 18 años, llamado “Acabadas a los 40”. Estamos muy complacidos de ver que ese título se halle ahora muy desactualizado.
 
EL BIENESTAR, DE UN MODO SENCILLO: 365 CONSEJOS PARA MEJORAR LA SALUD. Un folleto de la Universidad de California, Berkeley Wellness Letter. WellnessLetter.com. Para suscribirse visitar su sitio de Internet.
 
Cada mes, el Berkeley Wellness Letter brinda consejos para una vida sana. Algunos de los más interesantes, que parecen especialmente aptos para nuestros lectores, están tomados de una edición de 2006. Veamos:
 
1. Los tomates cocidos, como en la salsa de tomate, (o como dicen en South Philly, salsa roja) son aún más sanos que los tomates crudos. Añadir el ajo y las cebollas la hace aún más saludable. ¡Y el orégano fresco y la mejorana son las mejores hierbas para la salud!
2. Eliminar el agua de remojo de los guisantes y los porotos secos. Al hacerlo, eliminamos más de la mitad de los carbohidratos indigeribles que provocan gases.
3. Cuando su boca está “echando fuego” por un pimiento picante, una manera de enfriarla es bebiendo leche o una cucharada de yogur (en la India los restaurantes prueban con pepinos y yogur).
4. Dos paquetes de unas simples palomitas de maíz tienen las mismas calorías que 20 rodajitas de papas fritas.
5. Para prevenir la piel seca, el límite de tiempo para bañarse es de 15 minutos al día, y hay que preferir una ducha tibia a un baño de inmersión. El exceso de baño y el uso de un jabón fuerte nos quitan los aceites naturales que atrapan el agua en la piel. Tal vez los franceses han adquirido los derechos.
6. Si se encuentran a menudo con perros agresivos en su ruta de ejercicio, lleve un paraguas de apertura rápida (una de las opciones).
7. No se preocupe por tragar pepitas, semillas o incluso núcleos de manzana. Piense en la fibra.
8. Si están programados para una prueba de PSA, no eyacular durante unas 48 horas antes. La eyaculación aumenta temporalmente los niveles de PSA.
9. Besar una lastimadura no es una mala idea. Lamerse una herida ayuda a  desinfectarla y promueve la cicatrización (con agua caliente es más fácil).
10. Hacer “calentamiento” antes de las elongaciones. El estiramiento en frío puede perjudicar los músculos. Calentarse corriendo sin salir del lugar entre 5 a 10 minutos le prepara para el ejercicio.

Responden los Lectores

* Erdman Palmore escribe desde el Duke Medical Center:
Me gustaría compartir con los lectores de su boletín las novedades sobre nuestra ENCYCLOPEDIA OF AGEISM (Enciclopedia de la discriminación a los ancianos), publicado recientemente por Haworth Press. La misma les cuenta a los lectores todo lo que siempre quisieron saber sobre discriminación por razones de edad y las formas de superarlo.
 
Para más información puede dirigirse a nuestro sitio de Internet: http://www.geri.duke.edu ó Haworthpress.com
 
* Mark Connelly ofreció a la lista de servicios de Appreciative Inquiry una práctica que él ha utilizado para ayudar a la gente que se encuentra ante sus últimos años a pensar en la vida futura:

La idea subyacente es descubrir qué “obras”, qué es lo que la gente quiere crear más en sus vidas, y crear los medios para construirlo. Creo que las preguntas de la Revista Magazine Cover funcionan bien…
* Se produce un lapso de 5 años y uno mismo aparece en la portada de una revista popular local / nacional / internacional…

  • ¿Cuál es la revista?
  • ¿Cuál es la historia?
  • ¿Qué ha logrado? ¿Cómo lo hizo?
  • ¿Quiénes le apoyaron a usted en este logro?

Esto permite a las personas aprovechar su propio significado de “éxito” en los años futuros y comenzar a definir algunas de las formas en que pueden avanzar hacia el logro de este futuro.
 
* Nancy Marlett escribió para informarnos de una reunión muy interesante en los días 1 al 3 de noviembre; lamentamos no haber podido anunciarlo a tiempo.
On the move: A Nacional Seniors Assembly (Una Asamblea Nacional para mayores)
 
Una reunión nacional de personas de la tercera edad en Canadá con los investigadores, educadores, proveedores de servicios y encargados de la formulación de políticas que trabajan en asociación con ellos.
 
Para más información ver: http://www.crds.org/nsa

ANUNCIOS Y PRÓXIMOS EVENTOS  

*Eventos Nacionales (en EE.UU.):
 
* 16 al 20 de Noviembre, 2007: San Francisco. The Era of Global Aging: Challenges & Oportunities (La era del envejecimiento global: desafíos y oportunidades). Sociedad Gerontológica Norteamericana, 60ª Reunión Científica Anual. Visitar: http://www.agingconference.com
 
27 al 30 de marzo, 2008: Agendar la fecha: Washington, DC: El envejecimiento en América. Conferencias 2008 del Consejo Nacional sobre el envejecimiento y la Sociedad Norteamericana sobre el envejecimiento.
 
Eventos internacionales:
 
30 de noviembre de 2007: Centro de Políticas sobre el Envejecimiento, 19-23 Ironmonger Row, Londres EC1V 3QP. Métodos visuales en investigación gerontológica. Seminario. Introducción Para el uso de la fotografía, el cine y la pintura en la investigación sobre el envejecimiento. Patrocinado por el Centro de Estudios sobre el envejecimiento y biográficos, la Universidad Abierta y el Centro de Políticas sobre el Envejecimiento. Para acceder a la totalidad del programa y al formulario de reserva, ir a través de Internet a: http://www.cpa.org.uk/events/events.html

Información para los Lectores

– Para suscribirse al boletín, ingrese a la página de subscripción de
HealthandAge.com en: http://www.healthandage.com/Home/gm=22
O, si lo prefiere, envíe un e-mail a Mary Gergen a gv4@psu.edu
 
– Consultas y colaboraciones
Si desea formular preguntas o posee algún material que desee compartir con los demás lectores del boletín, por favor envíe un e-mail a Mary Gergen a Gv4@psu.edu

– Números anteriores
Las anteriores ediciones del boletín están archivados en:
Http://www.positiveaging.net

– Cómo suspender su subscripción o modificar su dirección de correo electrónico
Confiamos en que usted disfrute el boletín, pero si por cualquier motivo desea de recibirlo, envíe por favor un correo en blanco a:
mailto: leave-whef-positive-666989Y@nl.healthandage.com
 
Para cambiar su dirección, envíe la misma a Mary Gergen a: gv4@psu.edu
 
Ingrese a: http://www.healthandage.com
Puede ver también las demás actividades del Instituto Taos en:
http://www.taosinstitute.net

September 1, 2007 12:00 am

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